HACIA LA SOCIEDAD DEL METAVERSO
En la industria de las comunicaciones y el marketing, estamos frente a la simultaneidad de los procesos, viviendo la velocidad de los cambios y la fragmentación de lo que hacemos en la era de la información. En medio de esto, nuevos paradigmas desafían nuestra capacidad de adaptación y las posibilidades de evolucionar. Pero esta historia recién comienza.
Por: Hortencia Fritz A.
Para muchos, estos días entregan la oportunidad de descansar y ponerse al día con la lectura, el teatro o el cine. Uno de los estrenos más esperados de 2021 y más comentado de la plataforma de streaming Netflix es la película estadounidense ‘Don´t Look Up’; la historia en que dos astrónomos descubren que, en pocos meses, un meteorito destruirá la Tierra, e intentan advertir a la humanidad del peligro que se avecina a través de los medios de comunicación.
En tono de sátira, la ciencia ficción nos presenta algo más que un nutrido dilema. ¿Qué tan lejos estamos de aquel escenario? Ese meteorito puede tener muchas formas. Aquella amenaza gigante podría no tener que viajar por el espacio para llegar hasta acá. La evidente analogía con el cambio climático es una de las posibilidades, pero no es la única.
De todos modos, si no la ha visto le dejamos abierta la ventana a la curiosidad para que juzgue usted mismo y de paso, nos valemos de eso para enunciar algunos temas que están presentes en el filme. Ahora bien, estos no vienen de la ciencia ficción, porque habitan en nuestro presente. ¿Cuáles son? La saturación de mensajes en un mundo hiperconectado; una vida cotidiana mediada por las plataformas digitales y una oferta de contenidos online, en que las fake news son un serio riesgo para la libertad de expresión y el derecho a la información.
En el denominador común frente a estas realidades, encontramos las voces que advierten la imperiosa necesidad de reafirmar un profundo compromiso con las buenas prácticas y la ética en la industria de las comunicaciones. Junto con ello, sobresale un claro llamado a reconocer el valor de la ciencia para anticiparnos a los cambios y buscar nuevas respuestas. Son las primeras reflexiones que podemos instalar en el comienzo del año.
La transformación digital en el marketing
En el contexto actual, muchas puertas se abren de la mano de la transformación digital en todos los ámbitos económicos. Esto también ocurre en el marketing, la publicidad y las comunicaciones. En lo inmediato, en esta industria la experiencia determina el diseño en los planes de marketing y sus posibilidades, es decir, lo que se dice o se promete genera real valor a la marca, cuando es consistente con la experiencia que vive la persona, el cliente, el comprador o el usuario. Así mismo, el comportamiento de las audiencias en el consumo de información impulsa la generación de contenidos en múltiples formatos para conectarse mejor con estos públicos, a través de plataformas internas y externas. En esta afirmación reside el propósito de la empresa Plan de Medios, que por estos días cumple dos años.
¿Qué es el metaverso?
Si miramos más allá, en el silencio del descanso estival otras visiones se pueden escuchar con atención y actualizar nuestro lugar en la era de la información, como aquellos temas que podremos conocer en el próximo Congreso Futuro 2022, que parte el 17 de enero y se extiende hasta el 21 de este mes.
Este encuentro científico, nos permitirá conocer una amplia gama de análisis con la destacada participación de más de 80 intelectuales, investigadores, científicos y conferencistas de nuestro tiempo.
Sin duda, la historia de lo que somos también permeará estos diálogos. Esto porque con internet y la transición energética llegó la Tercera Revolución Industrial. Hoy, estamos desafiados a ser parte de la Industria 4.0 o la Cuarta Revolución Industrial, la que llega con la Inteligencia Artificial y la consolidación del 5G, donde los datos son los protagonistas. De ahí, nos vamos a la Quinta Revolución. ¿Será la sociedad del metaverso?
Aquel es un término que nos traslada a la siguiente generación de internet. Se ha hecho más conocido en el último tiempo, pese a no ser nuevo. Es una forma de decir, “más allá del universo”, y tiene su origen en la novela de Neal Stephenson, “Snow Crash”, de 1992.
¿De qué se trata? Mundos virtuales; realidad aumentada; experiencias muldimensionales de uso y aplicación de la red; realidad virtual; entornos donde los humanos interactúan como avatares en distintos planos y ámbitos, y mucho más.
En las grandes compañías de tecnología, ya está claro que el concepto de metaverso será fundamental para el desarrollo y el crecimiento de muchos sectores. Además, tendrá un sinfín de alcances en la sociedad y, por cierto, en todas industrias. Esto se confirma con los avances tecnológicos, que ya se presentaron en la reciente “Consumer Electronic Show” CES.
Es real. Vamos hacia allá, paso a paso, en muchos ámbitos. Investigadores de las grandes potencias tecnológicas ya están trabajando para competir por el liderazgo del 6G, capaz de aumentar la velocidad de datos hasta 100 veces. Desde China, ya se anunció un horizonte de desarrollo hacia el 2030. No falta mucho. Progresivamente, asistiremos a la fusión del mundo físico, biológico y digital.
¿Cómo será este futuro? ¿Cómo será la publicidad del mañana? ¿Cómo serán las experiencias inmersivas virtuales? Algo nos adelanta la empresaria y fundadora de Alarice (agencia china de marketing digital), Ashley Dudarenok para asombrarnos con su publicación de hace unos días, donde menciona a las ciudades ultrainteligentes; la internet de los sentimientos; la comunicación holográfica, y por supuesto, el metaverso.
Muchas preguntas nacen de “posteos” como estos. Sin duda, es el momento de pensar en los cambios de paradigma que dominarán la escena, para anticiparnos a ellos y no dejar que las transformaciones nos encuentren viviendo en el pasado.
De cualquier modo, la simultaneidad de los procesos, la velocidad y la fragmentación de lo que hacemos, desafían nuestra capacidad de adaptación y posibilidades de evolución hacia un cambio profundo de la sociedad como la conocemos. Así, con la mirada puesta en la construcción del mundo que viene, comenzamos el 2022.